jueves, 13 de septiembre de 2012

La butterfly pillow

Me encantan los programas de la tele donde se rememoran esos productos que durante una temporada fueron éxito absoluto de crítica y público (no se si puede decir lo mismo de las ventas) y que un día de pronto desaparecen y nadie mas se acuerda de ellos. Vamos, lo que sería ser "trending topic" en twitter por unos meses.

Seguro que todos conocemos alguno. Quien no se acuerda de la ciclostatic, de las pulseras magnéticas o de la yogurtera. La de yogures que te casca tu madre hasta que se autoconvence que solo con la leche que gasta al hacerlos paga el paquete de 12 en el super. Entre todos estos grandes olvidados hay uno que me persigue particularmente en mis noches de imsomnio: la butterfly pillow. ¿Os acordais? Ese almohadón en forma de pajarita o mariposa que te dejaba la espalda como nueva tras una noche de descanso con ella. Estuvo hasta en la sopa. Anuncios arriba y abajo en TV, el Corte Inglés inundado, la radio día y noche. En el barrio no eras nadie si no tenías una. Y nada de imitaciones, solo la original, porque su diseño único aseguraba noches de descanso y reparación a toda la familia. ¿Y quien no iba a querer eso para los suyos?

Después salieron modelos mas avanzados y sofisticados que incorporaban nuevos materiales y distintas texturas y formas que superaban el modelo original. Incluso hoy en día si te vas a comprar una almohada de las de viaje puedes ver la fuerte influencia de la butterfly pillow en todas las formas anatómicas que te encuentras y entre las que debes elegir. Circulares, tubulares, en forma de U, reforzadas en la base, etc...

En mi caso particular, la butterfly pillow era de poca utilidad. Yo soy de los que duermo con almohada o sin ella según venga y aun usando es posible que ésta acabe en el suelo. Mi sueño es muy marchoso, asi que aunque mi madre estuvo tentada sucesivamente a comprarla, negó mas que Pedro y no la catamos.

Un día, como todos sus antecesores y sucesores de productos revolucionarios, simplemente desapareció. Y hoy es dificil de encontrar. En los últimos años he pasado sucesivas veces por tiendas de camas y ni rastro de ella. Como si no hubiera existido. Res de res. Nasti de plasti. Vas a comprar una almohada y nada, modelos de lo mas tradicionales, tipo salchicha de toda la vida. Te ofrecen los mismos materiales con los que se construyó la estación espacial o el telescopio Hubble pero en cuanto a forma, modelo único. Café para todos.





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